Los estatutos societarios, en términos coloquiales, se definen como las reglas de juego que se establecen entre los socios de una compañía, marcando las directrices y normas que se deben respetar dentro de la sociedad.
Por ello, es fundamental al momento de construir un estatuto, anticipar algunas situaciones futuras o predecibles, es decir, prever conflictos y establecer la forma en que se solucionarán.
Asimismo, se debe definir cómo la sociedad desarrollará su objeto comercial, con el fin de evitar que en el futuro se modifique la actividad comercial y se generen inconvenientes.
¿Qué se debe tener en cuenta para construir los estatutos societarios?
Lo primero es entender que los estatutos deben ser personalizados para cada sociedad. Es común encontrar en internet formatos preestablecidos a los cuales se les puede agregar información; sin embargo, esta práctica puede resultar arriesgada, ya que estos documentos en línea tienen un carácter genérico que no atiende a las posibles necesidades o riesgos de la actividad comercial.
Por lo anterior, es de suma importancia contar con la asesoría de un profesional, ya que el abogado será el encargado de validar y verificar que el estatuto social se ajuste a las necesidades de los accionistas y que, a su vez, esta voluntad se alinee con la normatividad mercantil, jurídica y fiscal.
Puntos clave
Aunque no es correcto utilizar un formato estándar para la creación de estatutos societarios, ya que todo depende de cada sociedad y su necesidad particular, existen temas clave que deben estar presentes en todos los estatutos al momento de conformar la sociedad. Entre ellos se encuentran:
- Establecer el capital autorizado, suscrito y pagado.
- Definir el modo y forma de distribución de utilidades.
- Establecer una reglamentación para los procesos de endeudamiento y resolución de conflictos.
- Definir reglas para la liquidación de la sociedad.
- Determinar derechos de preferencia ante el retiro o ingreso de socios.
- Establecer pautas para la asamblea de accionistas (definir plazos y periodicidad).
- Delimitar las limitaciones o facultades del representante legal.
Se debe tener presente que los estatutos son esenciales para la constitución y funcionamiento de la sociedad, por lo tanto, una redacción personalizada y acordada entre los socios se configura como un elemento prioritario para la vida del proyecto.
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