La Ley 1116 de 2006 establece el Régimen de Insolvencia Empresarial en Colombia, diseñado para ayudar a empresas y personas naturales comerciantes a recuperarse mediante procesos de reestructuración o liquidación judicial en casos de quiebra o bancarrota.

¿Qué es la insolvencia empresarial?

La insolvencia busca normalizar las relaciones comerciales y crediticias de una empresa. A través de la reorganización de sus deudas para lograr su reactivación o liquidación judicial, se busca una realización ordenada del patrimonio del deudor, maximizando su aprovechamiento para el pago de las obligaciones a sus acreedores de acuerdo a un orden preferente de los mismos, siendo los trabajadores y los impuestos los primeros.

Sujetos a los que aplica el régimen de insolvencia

Este régimen es aplicable a:

• Personas naturales comerciantes.
• Personas jurídicas.
• Sociedades extranjeras.
• Patrimonios autónomos dedicados a actividades empresariales.

Exclusiones del régimen de insolvencia

Están excluidos de este régimen:

1. Entidades Promotoras de Salud y Administradoras del Régimen Subsidiado del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
2. Bolsas de Valores y Agropecuarias.
3. Entidades vigiladas por la Superintendencia Financiera de Colombia (excepto emisores de valores).
4. Entidades bajo la Superintendencia de Economía Solidaria que realicen actividades financieras.
5. Sociedades de capital público y empresas industriales y comerciales del Estado.
6. Entidades de derecho público y descentralizadas.
7. Empresas de servicios públicos domiciliarios.
8. Personas naturales no comerciantes.
9. Otras personas jurídicas sujetas a regímenes especiales.

Principios del régimen de insolvencia

El régimen se fundamenta en siete principios clave:

1. Universalidad.
2. Igualdad.
3. Eficiencia.
4. Información.
5. Negociabilidad.
6. Reciprocidad.
7. Gobernabilidad económica.

Estos principios garantizan la transparencia del proceso de insolvencia.

Requisitos para el proceso de reorganización

Para iniciar un proceso de reorganización, el deudor debe cumplir con ciertos requisitos, tales como:

• Cesación de pagos durante más de noventa (90) días a dos (2) o más acreedores.
• Que las deudas hayan sido adquiridas en el desarrollo de su actividad.
• Tener al menos dos (2) demandas en ejecución.

¿Cuándo considerar la insolvencia?

Es recomendable considerar la insolvencia en los siguientes casos:

1. Cuando el flujo de caja no es suficiente para cubrir las deudas, y tras realizar proyecciones, no se vislumbra otra solución viable.
2. Si se enfrentan procesos ejecutivos, como embargos, lo que puede hacer que la insolvencia medie para destinar fondos a otras obligaciones.

El Régimen de Insolvencia Empresarial es una herramienta crucial para la recuperación de empresas en crisis. Conocer sus principios, requisitos y momentos para considerarlo puede marcar la diferencia entre la recuperación y la liquidación. Si tu empresa enfrenta dificultades financieras, es importante buscar asesoría legal especializada para explorar las mejores opciones.

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